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EL GOLPE DE PRAGA ,INTEGRAL
EDITORIAL PONENT MON / CARTONE
PVP 24 €, OFERTA 19,95 €
- Autores: Jean-Luc Fromental & Myles Hyman
- Editorial: Ponent Mon
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 112 páginas
Sobre el papel, ‘El golpe de Praga’ es uno de esos títulos llamados a cautivar sin mucho esfuerzo a los amantes del cine clásico. No en vano, la historia que Jean-Luc Fromental construye aquí basándose en hechos reales, es la que llevó a Graham Greene a escribir el guión de la mítica ‘El tercer hombre’, la cinta rodada en la Viena de la posguerra por Carol Reed y que sirvió para volver a reunir en la gran pantalla a Joseph Cotten y Orson Welles, los dos amigos que ya habían hecho historia en 1941 con la magistral ‘Ciudadano Kane’: fascinante de principio a fin, la cinta de Reed contó con el ecléctico literato inglés como guionista de lujo para levantar una historia de espionaje y traiciones que, no podía ser menos tratándose de Greene, dedicaba buena parte de sus esfuerzos a lanzar mordaces críticas hacia la condición humana, cargando las tintas en este sentido en el ladino personaje de Harry Lime, encarnado con sorna y maestría por el insigne Welles.
Con este trasfondo, como decía, es normal que ‘El golpe de Praga’, más allá de su componente visual —en la que ahora nos detendremos— fascine y atrape al cinéfilo desde su primera hasta su última página, atento como va a estar durante todo el transcurso a cualquier referencia, por nimia que sea, que sirva de conexión con la producción cinematográfica. Abundantes de principio a fin, dichas conexiones no se quedan, afortunadamente, en sólo eso, en pequeños guiños sin mayor personalidad o relevancia, y el libreto de Fromental las hace formar parte de un todo que, a todas luces, parece que ha sido calculado al milímetro para evocar de forma constante el ambiente que se “respiraba” en la película. ¿Consigue su propósito? Que no os quepa duda. Vale, lo que aquí se nos narra no llega al nivel de esplendidez en el que rayaba el trabajo de Greene, pero no estaría siendo sincero si me guardara el que se queda cerca, muy cerca.
Sopesando con sabiduría el protagonismo que durante la lectura tienen tanto el escritor como la espía que lo acompaña en sus vagares por Viena, es la voz de ésta la que se alza como clara vencedora en el mudo duelo que Fromental plantea entre ambos, despertando muchísimas más simpatías en el lector que las ya abundantes que levanta la atractiva presencia de Greene. Quizás la sobresaliente impresión que dimana de la historia —y que se ve reforzada por el espléndido epílogo en el que Fromental cuenta muchas más cosas acerca de sus dos protagonistas— se vea algo minimizada por el nada más que correcto trabajo de Myles Hyman, un artista que, más allá del singular acabado que da a sus páginas, se antoja demasiado estático a la hora de narrar, configurando a unos personajes hieráticos en exceso. Pero, como digo, es más una molestia que termina ignorándose y que, por supuesto, no es suficiente para arruinar una magnífica función.