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PEPE SANCHEZ POR ROBIN WOOD Y CARLOS VOGT
EDITORIAL THALOS / RUSTICA
ARTICULO DE OSCAR MAJO / TEBEOSFERA.COM
Pepe Sánchez es un típico porteño de la clase media, lo que equivale a decir que es un “típico argentino” (más allá de ser de la ciudad o del interior) ya que, por lo menos por ahora (y esperemos que por siempre), la clase media argentina sigue siendo la que mejor representa a nuestro amado y castigado país.
Pepe Sánchez, como todo ciudadano argentino de clase media, está olvidado por los gobiernos de izquierda (que se ocupan –enhorabuena- de ayudar a los que más lo necesitan) y por los de derecha (que se ocupan de favorecer a los más ricos y poderosos) y, por lo tanto, necesita de ciertos atributos que ha desarrollado nuestra clase media para poder sobrevivir.
Pepe Sánchez es el típico porteño que no ha tenido estudios superiores, ni ha aprendido una profesión, que se arregla como puede para llegar a fin de mes, trabajando en lo que puede, sin hacer mal a nadie; “rebuscándoselas”, como decimos nosotros.
Es hincha de un club de fútbol que no es de los que más se destacan (Chacarita Juniors), toma mate todo el tiempo, se prende en “picaditos” (juegos improvisados de pelota) cada vez que puede, y le cae bien a todo el mundo, porque, fundamentalmente, es un buen tipo.
Además de todo esto, Pepe Sánchez es un “chanta”. En sus orígenes, la palabra “chanta” (voz lunfarda) significaba “informal, tramposo”, y tenía un matiz peyorativo. De a poco se fue suavizando, dejó de lado el “tramposo”, y agregó al “informal” atributos como “simpático”, “un poco mentiroso”, “que no sabe mucho de nada y que sabe un poco de todo”. Y el chanta pasó a ser casi un buen tipo porque, en definitiva, para sobrevivir en esta sociedad perversa en la que sobrevive la clase media argentina, hay que ser un poco chanta.
Además de un típico porteño, Pepe Sánchez (y por eso estamos hablando de él) es un personaje de historietas creado por los “maestros” Robin Wood y Carlos Vogt, dupla que es sinónimo de comedia desde que se reunieron en 1968 para dar vida a “Mi Novia y Yo”, en las páginas de la legendaria Intervalo. Wood-Vogt crearon páginas y páginas de historietas donde las costumbres argentinas se ven reflejadas en una observación aguda y desopilante, mediante guiños satíricos, en los que el humor es protagonista y el lector es siempre cómplice de grandes fantochadas.